Beneficios de la meditación
- Melisa Valsi
- 23 ago 2017
- 3 Min. de lectura
Mucho se habla en estos días sobre meditación.
La realidad es que la práctica de la meditación tiene unos efectos fisiológicos muy concretos en el organismo, que además han sido demostrados por la ciencia, lo cual siempre parece dar cierta seguridad en nuestra civilización, a pesar de que otras muchas disciplinas maravillosas no encuentren su hueco en el método científico y eso no las convierte en menos eficaces.
Pero bueno, a los amantes de las pruebas científicas les gustará saber que cada vez existen más estudios clínicos y científicos que demuestran el efecto de la meditación en distintas áreas del cerebro:
Potencia la salud mental y física
Aumenta el cociente intelectual
Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía
Mejora la memoria
Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión
Reduce la presión sanguínea
Aumenta la felicidad (literalmente)
Algunos datos curiosos sobre la meditación
A la hora de hacer un estudio científico sobre los efectos de la meditación, lo que se hace es medir la actividad cerebral a través de un encefalograma. Los estudios demuestran que, según se avanza en la profundidad de la meditación, nuestro cerebro pasa por distintas etapas:
Ondas beta: concentración
Ondas alfa: relajación, creatividad
Ondas theta (meditación profunda): solución de problemas
Ondas delta (meditación avanzada): sueño profundo sin dormir
Un estudio de la Universidad de Yale concluyó que las personas que practican la meditación a lo largo de su vida desarrollan una red neuronal con la que tienen mayor consciencia de sí mismos y del presente y menos ensoñaciones.
Otro estudio de la Universidad de Wisconsin concluyó que Matthieu Richards, monje budista, es el hombre más feliz de la tierra, gracias a que la meditación agranda las áreas del cerebro reservadas a la felicidad.
La Universidad de Harvard determinó que la meditación reduce la hipertensión arterial y estimula el sistema inmunológico.

Consejos para meditar
Si querés iniciarte en la práctica de meditación, te ofrezco algunos consejos para que esta disciplina te resulte más sencilla:
Un buen momento para meditar es al levantarse o antes de acostarse, aunque meditar es una práctica que puede realizarse en cualquier momento del día.
Acondiciona una sala en tu casa, en el jardín o en algún espacio donde dispongas de cierta amplitud e intimidad. Procura que sea un espacio limpio, con pocas cosas, aireado, que te inspire calma y serenidad.
Se puede meditar en cualquier postura, pero la postura de loto es la más indicada por la colocación de la columna vertebral. Si te resulta incómoda o no puedes mantener la espalda recta, puedes ayudarte de una silla, contra la pared o mantas. Si de todas formas sigues notando incomodidad, utiliza cualquier postura que te resulte agradable.
Procura llevar una ropa cómoda, ligera y que te permita respirar libremente, sin opresión.
Mientras te aplicas en prestar atención a la técnica que hayas elegido, por tu mente cruzarán un sinfín de pensamientos, sobre todo al principio. No quieras evitarlos. Deja que pasen, como la corriente de un río, obsérvalos y déjalos ir. Lo importante es que no retengas ninguno, que no te identifiques con ninguno. Que observes los pensamientos como en una pantalla mental de cine sin hacer juicios. Si vas tras uno sin darte cuenta, simplemente regresa al estado de concentración. No te culpes por hacerlo; en eso precisamente consiste el ejercicio.
Para notar los beneficios de la meditación es necesario un compromiso diario, una rutina, una disciplina a través de la cual la meditación se convierta en una prioridad.
El sonido es una de las maneras más sencillas para entrar en el estado meditativo. Si la respiración o cualquier otro método te resulta incómodo, molesto, aburrido o te requiere demasiada fuerza de voluntad, prueba a poner un CD con música que te inspire y te induzca a la concentración, como por ejemplo los cuencos tibetanos. Otra fórmula es recitar mantras. Puedes comenzar con el famoso “Om”. Es muy sencillo y transporta fácilmente a un estado de concentración, meditación y unión.
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